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Articles by Xochitl Dixon

Dondequiera que adoremos

Un dolor de cabeza y cuerpo intenso y debilitante me impidió asistir a la reunión en mi iglesia… otra vez. Lamentando perderme la adoración comunitaria, miré el mensaje en línea. Al principio, la pobre calidad del sonido y el video me amargaron, pero luego, una voz entonó un himno conocido, y las lágrimas me brotaron mientras cantaba: «Sé tú mi visión, oh Señor de mi corazón. […] Mi mejor pensamiento de día y de noche. Despierto o durmiendo, tu presencia es mi luz». Enfocada en la presencia constante de Dios, lo adoré estando en mi casa.

Dios sabe lo que sentimos

Silvia se sentía abrumada ante la lucha de su hijo con las adicciones. «¿Dios pensará que no tengo fe porque no puedo parar de llorar cuando oro?», preguntó.

Un gran final

Mi esposo y mi hijo estaban haciendo zapeo, y descubrieron que sus películas favoritas ya habían comenzado. Mientras disfrutaban viendo las escenas finales, la búsqueda se transformó en un juego. Se las arreglaron para encontrar ocho de sus películas preferidas. Frustrada, pregunté por qué no elegían una para mirar desde el principio. Mi esposo se rio. «¿A quién no le gusta un gran final?».

Accesible para todos

Desde un puente con ventana de cristal en la pequeña isla caribeña de Eleuthera, los turistas pueden admirar el contraste entre las agitadas aguas azules del Atlántico y las aguas calmadas y turquesas del Mar Caribe. A este puente se lo conoce como «el lugar más angosto de la tierra».

Vidas valiosas en Cristo

Las lágrimas rodaban por mis mejillas mientras buscaba desesperadamente mis anillos de boda. Después de una hora de revisar cada rincón y ranura de nuestra casa, Alan dijo: «Bueno. Compraremos otros».

Mentiras y verdad

Puse mi Biblia en el púlpito y miré los rostros ansiosos que esperaban que comenzara el mensaje. Había orado y estaba preparada. ¿Por qué no podía hablar?

Legado de bondad

Marta fue asistente de una maestra en una escuela primaria durante más de 35 años. Cada año, ahorraba dinero para comprar abrigos, bufandas y guantes para los alumnos necesitados. Después de perder su lucha contra la leucemia, tuvimos un servicio de recordación. En lugar de flores, la gente donó cientos de abrigos nuevos para los estudiantes que ella amó y sirvió. Muchos compartieron historias de las innumerables formas en que Marta los había alentado con palabras amables y acciones bondadosas. Sus compañeros docentes la honraron con una campaña anual de abrigos durante tres años después de su paso a la eternidad. Su legado de bondad continúa inspirando a otros a servir con generosidad a los necesitados.

Esperar con esperanza

Rogelio fue nuestro mesero durante unas vacaciones. En una conversación, le atribuyó a Jesús haberlo bendecido con Kaly, una esposa compasiva y con una fe fuerte. Después de tener a su primer bebé, Dios les dio la oportunidad de ayudar a cuidar a su sobrina, que tenía síndrome de Down. Poco después, su suegra necesitó que la llevaran a vivir con ellos para cuidarla.

Dador secreto

Para Christopher, un veterano de guerra físicamente discapacitado, las actividades cotidianas se habían vuelto más difíciles, le llevaban más tiempo e incrementaban su dolor. Sin embargo, hacía todo lo posible para servir a su esposa e hijo. Los que pasaban lo veían empujar una máquina para cortar el césped todas las semanas.

Visión renovada

Después de una cirugía menor en mi ojo izquierdo, el doctor recomendó hacerme un examen de la visión. Confiadamente, me tapé un ojo y pude leer todo bien, pero al cubrir el otro, me sorprendí… ¿cómo no me di cuenta de que estaba tan ciega?